061/230 – Navatrasierra

Aunque hay algún indicio de construcciones primitivas como el Castillejo, ya desaparecida, que el catedrático Jiménez de Gregorio asegura que se trataba de un pequeño castro ibero celta y que más tarde podría haberse habitado por los árabes como castillo, nuestros antepasados contaban que los primeros pobladores de Navatrasierra fueron los colmeneros y los vaqueros de Villar del Pedroso que venían con vacas, durante los veranos, a los terrenos colindantes al pueblo.​ Así, Navatrasierra nació siendo una pequeña alquería, formada por un puñado de casas y por una pequeña extensión de terreno. El lugar ahora ocupado por las casas del pueblo, sus huertos, prados y cercas, era en su mayoría un terreno encharcado por la abundancia de agua en toda la zona, siendo probablemente éste el origen de su nombre: Nava tras sierras o Navaentresierras (el término ‘Nava’ significa llanura pantanosa entre sierras). Además este terreno estaba todo cubierto de arbustos de todas clases: zarzales, sauceras, durillas, juncos, parras silvestres y un buen número de árboles como alisos o fresnos, de los que aún quedan algunos ejemplares. Los primeros pobladores drenaron y desbrozaron estos terrenos, para hacerlos cultivables, formando los fértiles prados y cercas que rodean al pueblo.

Los hechos más destacables de la historia de Navatrasierra son los siguientes:

En 1246 la zona de las Villuercas, entre la sierra de Altamira y la sierra de Guadalupe, así como los terrenos que forman actualmente la Jara pasan a pertenecer a las tierras de Talavera, cuando estos terrenos fueron liberados del dominio de los árabes. Los leñadores, ballesteros o cazadores y colmeneros fueron los primeros en repoblar esta zona serrana. Así Carrascalejo fue, en sus comienzos cristianos, una posada de colmenas, y este sería el origen de los primeros caseríos en Navatrasierra, como una posada de colmenas, como así lo atestigua el sitio conocido por «El Colmenar» próximo al pueblo. En el siglo xiv, el rey Pedro I el Cruel manda construir la casa del Hospital del Obispo, en el Valle del mismo nombre, para su recreo. Más tarde, el rey D.Enrique, hermano de dicho rey, la destinó para hospedaje y atención de los peregrinos que se dirigían al monasterio de Guadalupe por el Camino Real, que partiendo de Toledo y Madrid pasaba por estos territorios. Por el pasaron ilustres personajes como: el rey Felipe el Hermoso con su esposa Juana la Loca, los Reyes Católicos y el emperador Carlos V. En el siglo xv la población en el término de Navatrasierra se reduciría a viviendas aisladas y dispersas, que serían chozas de lanchas (pizarra) y barro, cerca de las posadas de colmenas o en el interior del monte. A principios del siglo xviii, existían varias posadas en terreno perteneciente al término de Villar, pero bajo la jurisdicción del Concejo de Talavera. Podemos citar la existencia de varias de estas posadas en el año 1710, situadas en el actual término de Navatrasierra: la posada de Valdefuentes, la posada de la Venta del Puerto, la posada de Linarejos; la posada de la Talanquera, o la posada de Santo Tomé. En esta época solamente existían unas pocas casas agrupadas en tres barrios separados, formado cada uno de ellos por un callejón cerrado con una sola entrada. Estos barrios eran conocidos como el barrio de la Campana, el barrio de la Esquina (o del Chorro), y el barrio del Altozano o de arriba. Después se fueron construyendo casas desde el barrio de la Esquina hasta el barrio del Tiro Barra formando primero la calle Real (ahora Dr. Garrido), cuya parte alta coincide hoy con la calle de la Fuente y la calle Corralada. En el año 1833, se divide el territorio español en 49 provincias. De esta forma Navatrasierra pasa a formar parte de la provincia de Cáceres, quedando como anejo de Villar del Pedroso, y perdiendo toda dependencia de la villa de Talavera, a la cual había pertenecido hasta este año de 1833. En 1860 don José de Salamanca compra la Dehesa del Hospital del Obispo, con arreglo a las leyes de Desamortización, quedando el pueblo rodeado por los terrenos de la Dehesa. Los vecinos del pueblo solicitan al Sr. de Salamanca que les ceda los terrenos que rodean al pueblo para aprovechamiento con sus ganados, así como los labrados que tiene contiguos al pueblo, atendiendo a que tampoco tenían de donde sacar leñas para sus usos. El Sr. de Salamanca accede a hacer esta donación, y traspasa los terrenos solicitados a los vecinos de Navaentresierra, quedando este hecho reflejado en la escritura con fecha 24 de febrero de 1861. Para explotar estas dos mil fanegas de terrenos se hace necesario contratar mano de obra procedente de los pueblos de los alrededores. De esta manera, en las dos últimas décadas del siglo, van llegando al pueblo jornaleros para labrar las tierras y cabreros contratados por los nuevos propietarios. En el año 1901 se toma oficialmente el nombre del pueblo como Navatrasierra, sustituyéndolo por el de Navaentresierra utilizado anteriormente. En este mismo año se bendice y se amplía el cementerio. En 1918 hubo una grave epidemia de gripe que produjo muchas muertes entre los habitantes de la Nava, murieron alrededor de 32 personas de todas las edades. En 1920 el marqués de la Romana corta los robles centenarios del Valle del Hospital para vender la madera. Entonces el único camino útil era el camino Real, pero solo era un camino de herradura por el que no podían transitar los carros. Por tal motivo fue necesario construir un camino para transportar la madera, el cual daría origen a la actual carretera. En 1934 el marqués de la Romana vende la Dehesa del Hospital a varios vecinos de Navatrasierra, por la cantidad de 25 000 pesetas. En 1936 estalla la Guerra Civil y sacude al pueblo de Navatrasierra situándose el frente en las cercanías del pueblo, en el risco Pelado. Los años posteriores a la Guerra Civil, en los años 40, el pueblo padeció el acoso de los «maquis» o «tíos de la sierra», como se les llamaba aquí, que eran miembros de las filas republicanas y bandoleros criminales que huían de la justicia tras haber cometido sus crímenes en la guerra. En 1959 se produjo en Navatrasierra una gran transformación al llevarse a cabo una serie de obras que cambiaron la vida de este pueblo. Estas cambios llegaron de la mano de la mejora de la economía nacional. Las principales obras fueron la construcción del depósito de agua, del cementerio nuevo en el Cerrillo y de la escuela, también se instaló un teléfono, la luz eléctrica, el agua corriente en las casas, cuatro fuentes en las calles del pueblo, el empedrado de la travesía de la carretera por el casco urbano, y los lavaderos públicos (las pilas). El 17 de septiembre de 1985 el Gobierno dictó un Decreto, por el que se aprobaba la constitución de Entidad Local Menor de Navatrasierra, en el término municipal de Villar del Pedroso, (publicado en el BOE número 259, de 29 de octubre de 1985). De esta forma Navatrasierra pasa a tener una cierta independencia de dicho Municipio a la hora de autogobernarse, pues, entre otras cosas, pueden elegir directamente a su Alcalde Pedáneo y gestionar sus recursos. En noviembre de 2008 la Junta Vecinal de la Entidad Local Menor aprobó sus símbolos: Escudo y Bandera.

054/230 – Tiétar

Fue fundado en 1960 como poblado de colonización. Su nombre original fue Tiétar del Caudillo. Fue una pedanía del Ayuntamiento de Talayuela hasta el 8 de marzo de 2006, que a la vista del Decreto 235/2005, de 25 de octubre, de la Junta de Extremadura, se constituyó como Entidad Local Menor. Actualmente, y desde el 12 de junio de 2013 es un municipio de pleno derecho de España, tras obtener la independencia del Ayuntamiento de Talayuela, cinco años tardaron los 900 vecinos de la población, hasta entonces Entidad Local Menor, en lograr un objetivo que perseguían desde que decidieron solicitar su independencia del Ayuntamiento de Talayuela. La aprobación del decreto llevó aparejada la segregación de las 2.391 hectáreas (23.91 km²) que conforman su término municipal.

Pedanias/230 – Barquilla de Pinares (Pedanía de Talayuela)

Barquilla de Pinares es una pedanía del municipio de Talayuela. Se encuentra en la ribera del río Tiétar. La mayoría de sus habitantes se dedican a las faenas agrícolas. Es zona de regadío. En el año 1981 contaba con 305 habitantes, pasando a 328 en 2016, de los cuales 283 están concentrados en el núcleo de población y el resto viven diseminados.

053/230 – Pueblonuevo de Miramontes

Pueblonuevo de Miramontes fue fundado sobre 1957 como pueblo de colonización, creado con motivo de la concentración parcelaria a que dieron lugar las leyes de 1956-1957 donde se incluían los planes de regadío al efecto, por ello se tuvo que trasladar lo que era una aldea hasta donde se encuentra actualmente el pueblo. Una vez construidas las casas del pueblo fueron adquiridas a un muy largo plazo y casi sin intereses dependiendo de la profesión u oficio al que se dedicasen sus habitantes, que provenían de distintos sitios de Extremadura y España como Galicia o Cataluña. Este pueblo de carácter agrario cuyo cultivo predominante ha pasado desde el algodón, pasando por el pimentón hasta actualmente el tabaco. A pesar de la inmigración a las grandes urbes, los emigrantes no renunciaron a sus orígenes manteniendo sus propiedades en la mayoría de los casos y volviendo al pueblo a pasar sus vacaciones estivales. En la actualidad el pueblo vive de la agricultura fundamentalmente y las remesas proporcionadas por aquellos que emigraron. En 2022 contaba con 767 habitantes.

Escudo: De Erlenmeyer, CC BY-SA 3.0, Enlace

Para grabar el video se ha respetado la normativa y se ha contado con los permisos necesarios y las coordinaciones oportunas.

052/230 – Majadas de Tiétar

Es difícil saber la fecha exacta en que las primitivas alquerías levantadas por los primeros pobladores, posiblemente compuestas por un conjunto de chozos temporales, abandonan su fisonomía temporera y se convierten en núcleos permanentes de población. Pero lo cierto es que es en ese momento, en el que se empiezan a levantar casas fijas, cuando van creciendo lentamente las localidades arropadas por la economía agropecuaria. Es en esa época cuando Majadas de Tiétar pasa a depender de Plasencia, bajo el Sexmo del Campo Arañuelo, a la vez que tiene que pugnar con la poderosa Mesta y con los señoríos de los alrededores, que deseaban apoderarse de las múltiples dehesas arañuelas. El origen de estas pequeñas aldeas es difícil de fijar, ya que han estado sometidas a los vaivenes de una sociedad pastoril que no buscaba un sitio fijo. Algunos de estos pequeños asentamientos eran tan pequeños que, de ellos, ni siquiera existen restos; otros son móviles. De todas se conoce el nombre de tres: Aldeanueva del Campo del Quejigal, Las Majadas y Llano del Rincón. De la primera, habría que decir, que estuvo situada cerca de lo que hoy es la dehesa boyal, y en la que se pueden ver algunos restos de su arquitectura primitiva, creyéndose incluso que fue el primer asentamiento de Majadas. También es posible que su nombre haga referencia a los primeros colonos que podrían provenir de Aldeanueva de la Vega. Lo del Quejigal está claro, pues hay muchos árboles de este tipo en esta zona. En la zona había otros pequeños núcleos pastoriles y dispersos como Maulique y Maribáñez, junto a otros asentamientos desaparecidos. Los primeros pobladores, pues, fueron pastores, aunque luego se irían incorporando gentes de otros pueblos cercanos más ganaderos.

A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional, conocido entonces como Majadas, en la región de Extremadura, desde 1834 quedó integrado en el partido judicial de Navalmoral de la Mata.​ En el censo de 1842 contaba con 450 hogares y 2465 vecinos, en el año 2022 cuenta con 1312 habitantes.

A mediados del siglo XIX, el lugar tenía contabilizada una población de 383 habitantes.​ La localidad aparece descrita en el undécimo volumen del Diccionario Geográfico Estadístico Histórico de España y sus posesiones de Ultramar de Pascual Madoz de la siguiente manera:

MAJADAS: v. con ayunt. en la prov. y aud. terr. de Cáceres (16 leg.), part. jud. de Navalmoral de la Mata (4), dióc. de Plasencia (6), c. g. de Estremadura (Badajoz 30): sit. á 1/2 leg. de la márg. izq. del r. Tietar, es de clima templado, reinan los vientos E. y O., y se padecen calenturas eslacionales. Tiene 70 casas mal distribuidas, la de ayunt. y cárcel en el mismo edificio; escuela de primeras letras dotada con 1,100 reales de los fondos públicos, á la que asisten de 20 á 30 niños de ambos sexos; igl. parr. dedicada al Salvador, de la que es aneja desde 1836, por efecto de la supresion de diezmos, la del Toril, con curato de entrada y provision del ordinario: en el templo hay un altar al lado del evangelio con una magnífica pintura del Ticiano, que representa á San Mauricio conduciendo al martirio á la legión Tebea. Su surte de aguas potables en 2 fuentes próximas al pueblo. Confina el térm. por N. con el de Jaraiz, interponiéndose el r. Tietar; E. Casatejada; S. Toril; O. la venta de la Bazagona en el mismo r., á dist. de 1/2 leg. por los 3 primeros puntos, 2 leg. por el último y comprende el desp. de el Llano del rincon á 1/2 leg. N. del pueblo, y mucho monte de encina bastante espeso por todos lados, y al estremo O. un pinar que coge mas de 2 leg.: le baña el espresado r. que deslinda su jurisd. y la del part.: el terreno es bastante desigual, de segunda y tercera calidad: los caminos vecinales y bastante deteriorados, sin esceptuar el que dirige desde Plasencia por la barca y venta de la Bazagona á Almaráz: el correo sé recibe en este último punto por balijero 2 veces á la semana: prod.: poco trigo, centeno y algunos garbanzos; se mantiene ganado de cerda, caballerías de labor y carga, y se cria pesca de barbos en el r. y caza menuda: ind. molinos harineros en el mismo r. á dist. de 1 y 2 leg. del pueblo. pobl. 70 vec., 383 almas. cap. prod.: 896,700 rs. imp. 44,835. contr. 6,501 26. presupuesto municipal 6,000, del que se pagan 2,200 al secretario por su dotacion, y se cubre con los fondos de propios.
(Madoz, 1848, p. 31)

51/230 – Toril

En 2022 contaba con 154 habitantes.

ORÍGENES Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA

Es difícil encuadrar en el tiempo la actual villa de Toril ya que existen pocos datos históricos al respecto. Algún autor señala la existencia de una ciudad romana «Lacipea», en el término de Toril, pero no corresponde al lugar actual de la villa.
Su antiguo nombre parece ser era Torril, (nombre derivado de torre), del que procede el actual de Toril.
Se consolida como aldea probablemente a mediados del siglo XV bajo la corona de Castilla, aunque sus orígenes como núcleo ganadero perteneciente al Sexmo del «Campo Arañuelo», administrado por la cuidad de Plasencia, datan del siglo XIV. En este siglo fue poblado por mandato de esta ciudad.
Datos de población del año 1400, cuando se hizo la moneda Forera para satisfacer dieciséis maravedíes por vecino, censaban 22 vecinos entre los lugares de Toril, Casares y Millanes.
En 1492 Toril contaba ya con 66 vecinos, en 1580 con 98 vecinos produciéndose un gran descenso en 1717 pasando a 21 vecino debido a guerras y epidemias.
Datos del archivo de Simancas de 1752 en una consulta a sus habitantes se censan 30 casas habitadas y 48 vecinos, lo que supondría unos 200 habitantes. En 1940 se censan 498 habitantes. En 1981 databa de 701 habitantes. En 1986 , 400 habitantes. Actualmente cuenta con 230 habitantes y 150 electores.

En los últimos años en Extremadura se está produciendo un interesante esfuerzo de recuperación de su Historia tanto el ámbito académico de la Universidad como a través de otras iniciativas culturales, municipal y comarcal. En esos círculos de investigación también está floreciendo el nombre de Toril, aunque no sea de una forma protagonista. Dos son las razones por las que los foros señalados abordan superficialmente al pueblo de Toril: la ausencia de estudios generales sobre la diócesis de Plasencia y la pérdida de los archivos Parroquial y Municipal de Toril.

Es una verdadera lástima que los archivos Diocesano y Catedralicio de Plasencia sigan careciendo de una catalogación adecuada y de estudios generales suficientes que nos permitieran la reconstrucción detallada de la historia octogenaria diócesis extremeña. Es cierto que se que se han abordado investigaciones sobre la diócesis especialmente sobre la Edad Media, y sobre la ciudad, especialmente en la Edad Moderna. Pero por muy valiosos que sean estos discursos, son parciales y no aportan sino datos esporádicos y salteados. Sin embargo, a esa literatura de investigación debemos acudir para buscar datos sobre Toril porque sus archivos documentales se perdieron a manos de las sucesivas invasiones que sufrió el pueblo de Toril tanto en la guerra de Sucesión (principios del s.XVIII) como en la de la Independencia (principios del s.XIX), cirscunstancia ya denunciada por Madoz: «Este pueblo ha quedado reducido a su actual vecindario (12 vecinos, 65 almas) desde la guerra de la Independencia, en la que por su posición sufrió grandes daños». Antes, pues del siglo XIX tan sólo poseemos noticias indirectas que se han hecho tópicas, según tendremos ocasión de comprobar.

HILO HISTÓRICO DE TORIL.

1. TORIL EN LA EDAD MEDIA: EL SEÑORÍO DE PLASENCIA EN El CAMPO ARAÑUELO Y LA JURISDICCIÓN ECLESIÁSTICA DE JARAÍZ.

Según los datos que poseemos, la diócesis de Plasencia fue erigida en 1189 por el Papa Clemente III a instancias de Alfonso VIII, rey de Castilla. La bula original no se conserva, pero sí consta íntegra, aunque sin fecha, en otro texto del Papa Honorio III firmado el 14 de Noviembre de 1221 en el que se ratifica la fundación de la diócesis. En el marco de sus estudios medievales, Elisa Carolina de Santos Canalejo nos aporta una serie de noticias que todos han repetido. Sobre Toril podemos concluir que se asienta vinculado a sexmo del Campo Arañuelo, que junto a los otros dos del Valle y Trasierra, y de la Vera contemplaban la división medieval el territorio diocesano. El «sexmo era el nombre genérico del distrito rural de carácter administrativo y fiscal en contraposición al de collación que se refería a distrito urbano. Por eso, es lógico referir el pueblo a la comarca donde se encuadra Toril, pero con tres advertencias que no siempre recogen lo trabajos que siguen el itinerario de esta brillante investigadora.

En primer lugar, debe quedar claro que la vertebración de los pueblos y parroquias en Extremadura fue un proceso muy lento, impulsado especialmente desde el siglo XIV per que no se concluyó hasta finales del XV. No es difícil imaginarlo: a la propia dificultad de la reconquista frente a las tropas musulmanes, la tupida presencia de los bosques mediterráneos que aún conforman la orografía de Toril y de toda la comarca, ciertamente debía impedir un avance rápido de l domesticación del paisaje.

La segunda precisión viene de su dependencia administrativa. Toril era un lugar de jurisdicción de la ciudad de Plasencia, como ya consta en un pleito de 1494.

Con anterioridad a esta fecha, Toril ya dependía de Plasencia según un inventario de Mayorazgo y Cuentas fechado en 1945, circunstancia mantenida tanto en el siglo XVI, donde aparece como villa; lo cual nos indica que se puede ahondar en el Archivo municipal placentino para encontrar referencias indirectas sobre Toril

El tercer apunte crítico que establecemos proviene de la jurisdicción eclesiástica, y es un dato oscurecido o pasado por alto sin la menor atención ente los estudiosos de la comarca. Por una relación de las Parroquias del Obispado de Plasencia de 30 de Abril de 1572, conocemos que el municipio de Toril, dependía de Jaraíz, es decir, era una parroquia aneja a las de Jaraíz. Tal dependencia no debe pasar desapercibida porque Jaraíz llegará a convertirse en Vicaría, una división administrativa de la diócesis que ejercía competencias judiciales tanto en el campo religioso como en el civil.

2. EL AUGE DE LOS SIGLOS XVI Y XVII.

Durante el siglo XVI la diócesis de Plasencia estuvo gobernada por algunos de los obispos más relevantes de su historia: Bernardino López de Carvajal, Gutiérrez Vargas de Carvajal, Pedro Ponce de León… En especial, Don Gutiérrez Vargas de Carvajal, cuyo pontificado se extendió entre 1523 y 1559, nos merece una especial atención. Y no por su interesante biografía , ni por su afamado mausoleo de Madrid, sino porque su escudo aparece en el templo parroquial de Toril, señal inequívoca de que se construyó, como otros muchos de la geografía diocesana, durante los años de su gobierno al frente de la diócesis placentina. 

Pero su labor constructora de templos, no era la única que necesitaban las parroquias: también había que dotarlas de medios económicos de subsistencia. Por eso, en la época florecen las capellanías, fundaciones  pías de sencillo mecanismo de iniciación. Bastaba un legado de dinero, de bienes inmuebles o de tierra y ganados para que una o varias personas instituyeran unos beneficios a favor de una parroquia, la cual correspondía fundamentalmente mediante un número determinado de misas que el párroco o el capellán beneficiado de la fundación aplicaba por las intenciones señaladas, las cuáles casi siempre eran por el eterno descanso de los fundadores y sus familias.

Con esta idea en la cabeza, para rastrear datos indirectos de la historia de Toril, nos dirigimos al Archivo Diocesano de Plasencia, a su sección de fundaciones; y allí encontramos la Escritura de coalición y fundación de la capellanía que fundó Juan de Almaraz, clérigo estante en Indias, natural del lugar de Toril y de otras memorias.  El clasificador de cartón donde se encuentra, contiene 16 documentos distintos sin numerar, pero independientes entre sí al estar cosidos por bramante y por separado. Parece que sólo corresponden a tres memorias o capellanías distintas: la señalada de Juan de Almaraz que algunos documentos llaman Juan García de Almaraz ; otra de Ana García, viuda de Diego Aparicio; y una tercera de varias personas. Evidentemente se trata de los documentos más antiguos que se conservan sobre Toril y, aunque sólo sea por recuperar la figura de este clérigo indiano, el esfuerzo de estas líneas merece la pena. 

Sobre otros detalles de la capellanía podemos añadir que es nombrado patrón de la memoria de las misas <<el justicia y regimiento del dicho lugar de Toril>>. Sobre el capellán dice <<que sea preferido primero el pariente mío, y después el natural del pueblo>>. Y a los bienes que la constituyen , según señalaba el testamento, más adelante se añade la casa de sus padres.

3. EL DECLIVE DE LOS SIGLOS XVIII Y XIX.

El esplendor de Toril en los siglos XVIII y XIX que hemos repasado de forma somera, dio paso a una época de franco decaimiento en la que tuvieron una especial relevancia las guerras de sucesión y de independencia. En los interrogatorios del siglo XVIII que se han publicado, aparece contrastada con lacónica nitidez negativa de la guerra para la definitiva suerte del pueblo. En aquella época, observamos que en la parroquia, a finales del siglo XVII; había tres cofradías diferentes : la de Ánimas, la de la Virgen del Rosario y la de la Virgen de la Piedad. Sin embargo, sabemos que en 1791, sólo permanecía la del Rosario.

Por otra parte, entre el 11 y 15 de mayo de 1687 hubo un Sínodo diocesano convocado y presidido por el entonces obispo José Jiménez de Samaniego, fraile franciscano que abordó notables reformas institucionales en la Diócesis. En concreto sobre las cofradías, el Sínodo dedica 6 constituciones que versan muy diferentes asuntos: no hacer nuevas sin licencia previa del Prelado, revisar los estatutos de las ya existentes, reducir a un número no muy exagerado, no utilizar sus fondos para fiestas profanas, obligación de presentar sus cuentas al Obispo… En particular, el Sínodo exige que en cada parroquia haya obligatoriamente las cofradías del Santísimo Sacramento, de la Vera Cruz, del Rosario y de las Ánimas. Por eso, no es de extrañar que entre el decaimiento del pueblo y esta normativa diocesana, ciertamente en 1971 sólo permaneciera la referida del Rosario. Y no tenemos ningún testimonio documental directo o indirecto sobre la devoción a San Blas, la única que hoy permanece.

4. CONCLUSIÓN.

La historia de Toril ciertamente corre pareja a la del Campo Arañuelo, pero ha de recuperarse su vinculación civil con la ciudad de Plasencia y su dependencia eclesiástica de las parroquias de Jaraíz.

El esplendor que se ha dibujado en Toril durante los siglos XVI y XVII nos ha permitido recuperar la memoria de Juan de Almaraz, clérigo indiano nacido en Toril. Ciertamente se podría haber investigado mucho más sobre las circunstancias de este personaje, pero nos conformamos con haber recuperado su memoria y haber dejado el camino abierto a otras indagaciones. De hecho, mediante este hallazgo nos hemos encontrado con los documentos más antiguos que se conservan sobre el pueblo y con noticias de algunos de los moradores del mismo durante el siglo XVI.

El doloroso declive de los siglos XVIII y XIX, con mayor abundancia documental, nos ha permitido confirmar el deterioro tan dramático que las guerras produjeron aquí. Con todo, ha sido muy gratificante determinar el emplazamiento del retablo de Santa Úrsula, el cual vino a desaparecer en esta villa después de un largo recorrido desde El Escorial hasta Yuste. 

Con todo, por el camino han quedado algunos testimonios documentales como las estadísticas de los diezmos que el pueblo aportó durante algunos años de los siglos XVII y XVIII. Aunque localizados en el Archivo Diocesano, no era posible anotarlos por carecer de otros estudios que se pudieran usar como referencia. 

Información: de la web del Ayto. (https://www.toril.es/historia)

Escudo: De SanchoPanzaXXI – Trabajo propio, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6966273

50/230 – Tejeda del Tiétar

En el origen de los asentamientos de la zona donde actualmente está Tejeda existen restos de la época de los romanos que nos dan indicios de que ya había poblamientos más o menos estables. Su nombre viene derivado del árbol del tejo, taxus en latín. Destaca en la comarca por sus variadas muestras de arquitectura religiosa, por la blancura de sus caseríos y por sus sabrosas perrunillas elaboradas en horno de leña.

El 28 de abril de 1656 Felipe IV vendió esta villa a la Condesa de la Roca y Vizcondesa de Sierra Brava, Doña Catalina Antonia de Vera y Tovar. Ésta, antes de morir, liberó a la localidad de todo señorío y vasallaje, gesto que está grabado en piedra en el Ayuntamiento de Tejeda. Leyenda: se dice que un toro pastaba en lo que hoy es la Dehesa de Paniagua, y solía alejarse diariamente de la vacada siguiendo siempre una misma y extraña dirección. Tal proceder acabaría llamando la atención del vaquero, quien se decidió a seguir los pasos del animal. Su sorpresa fue mayúscula cuando comprobó que el toro permanecía reclinado ante la talla de una Virgen, que la bestia había desenterrado al escarbar junto al tronco de un árbol.

Info de la Web del Ayuntamiento

Escudo de De Erlenmeyer, CC BY-SA 4.0, Enlace

49/230 – Valdeíñigos

Valdeíñigos es un pueblo de colonización creado en los primeros años de la década de los 50. Logró ser reconocido como entidad local menor en el año 1958. Tiene una superficie de 406 hectáreas, la gran parte dedicada al regadío (parcelas de 4 hectáreas), pedania de Tejeda del Tietar y perteneciente a la vera. 

48/230 – Arroyomolinos de la Vera

El municipio de Arroyomolinos de la Vera debe su nombre a los numerosos cauces que atraviesan su término. Entre ellos podemos destacar el Arroyo San pablo, llamado así por su cercanía con la antigua ermita de este Santo, ubicada antaño en el actual cementerio, y la Garganta de la Desesperá, pieza fundamental de sus pequeños regadíos, ya que se trata de un pueblo eminentemente agrícola y ganadero. Por su emplazamiento es el primer pueblo de la Vera «donde empieza el frutal y el olivo muere». El pueblo fue fundado en el año 1228 por orden de Alfonso IX, tarea que fue requerida a Don Rodrigo Iñiguez, si bien existen vestigios de pobladores romanos, visigodos y árabes. Todos ellos dejaron su huella en aspectos diversos como el aprovechamiento hidráulico de los recursos del municipio o en algunas de las edificaciones. Unos de los eventos más importante de la historia de la localidad fue la Batalla del Arroyo de los Molinos, donde las tropas napoleónicas en la «Guerra de la Independencia» fueron derrotadas. A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura, conocido entonces como Arroyomolinos de la Vera. Desde 1824 quedó integrado en el Partido Judicial de Plasencia. En el censo del año 1842 contaba con 100 hogares y 550 vecinos. Segun los datos publicados por el INE a 1 de Enero de 2022 el número de habitantes en Arroyomolinos de la Vera es de 412.

Escudo creado por CC BY-SA 3.0, Enlace Info de la Web del Ayuntamiento