Un PeQueÑo ViaJe a LaS HuRDeS

Hace días que estuve dando un paseo por varios pueblos de Las Hurdes al objeto de traerme alguna foto para mi coleción pero el resultado es que estos pueblos están arquitectónicamente bastante modificados y no encontré la esencia de genuinidad que iba buscando….(hablando de viviendas y demás construcciones, que aunque las hay que rezuman años, otras, la mayoría, se ven completamente modificadas en su mayor parte en la década de los sesenta) . Si bien fue un viaje rápido y enfocada a las pequeñas urbes, si que pude apreciar el entorno paisajista, este si mantiene ese toque salvaje que le hace tan especial y que es muy recomendable visitar.

Otro día volveré pero esta vez mis visitas irán encaminadas a conocer esas casi desaparecidas alquerías que espero aún mantengan parte de su carácter.

Os dejo alguna foto del interior y una toma del meandro de Rio Malo (de hace dos años), un lugar muy visitado y retratado también y que os recomiendo visitar. Salu2. Mario E.

Monroy, su almazara.

Hace unos días PlasenciaFoto organizó una quedada para sus socios consistente en una salida fotográfica a la localidad de Monroy (Cáceres) en la que nuestro compañero Juan Guzmán Canelo se encargó, estupendamente, de hacernos de guía y facilitarnos la entrada a la almazara.

Monroy cuenta con una población de 1001 habitantes y se encuentra situado en el centro de la provincia de Cáceres, en la Comarca de «Los Cuatro Lugares», sus orígenes datan de la Edad de Bronce. En las proximidades se encuentran restos romanos, pero su mayor esplendor lo encontró en 1309 cuando Hernán Pérez de Monroy, copero mayor de la reina doña María, madre de d.Fernando IV, decidió fundar una villa con el nombre de su apellido.

A continuación os dejo alguna de las fotografías que allí tomé, principalmente en el interior de una almazara hoy abandonada.

Espero que hayan sido de vuestro agrado, salu2.

No puedo obviar en este artículo que Monroy tiene un bonito castillo al que no fotografié por encontrarse cerrado y el exterior rodeado de vehículos que afeaban la escena. Así mismo cuenta con una zona conocida como El Cabril , un  arroyo que se hunde y retuerce en el terreno entre pedregales que reciben el nombre de “El Tranco del Diablo” y que en esta ocasión no fotografié pero que queda pendiente para otra próxima visita.

Mario Elías